lunes

Una clase más de física.

De a poco siento como me voy alejando. Una voz que divaga y divaga sobre temas que a nadie en ese momento ni en ese lugar, le interesa escuchar.
La clase de física se hace aún más densa en los días como este. El calor era demasiado y yo, sentada en el último banco de la primera fila, solo pensaba en el timbre y en por qué estaba tardando tanto.
Estaba recostada sobre mi carpeta y mi mente se encontraba en lugares muy lejanos y ajenos a ese aula. Levanté mi vista y vi a mi compañera de al lado, quien también estaba durmiendo, mientras nuestro vecino de enfrente se reía señalándola. En ese mismo momento un chico hacía una pregunta mientras otro rezongaba por que esta clase no iba a ningún lado. La situación no parecía mejorar nada. Así que mientras el profesor hablaba por enésima vez en el mes sobre el principio de inercia y de como si por esas casualidades de la vida, tirás una latita de coca-cola(marca registrada) en pleno espacio, la latita te va a seguir, me dediqué a ver mi reloj. Todavía faltaban como diez minutos. No podía entender como era que el tiempo pasaba tan lento.
Me detuve a pensar en el tiempo y en aquella sensación. Miré a mis compañeros y me di cuenta, que en ese mismo momento, en ese exacto momento 350 chicos estaban deseando lo mismo, la llegada del timbre. 350 chicos estaban pensando que esos eran los minutos más largos de sus vidas, la espera al recreo. Cómo tanta gente, tan diferente, en un mismo lugar, aunque sea por diez minutos puede estar de acuerdo en algo.
Los minutos pasaban, y no pasaba nada. Lo que eran diez minutos, se me estaba transformando en horas, volví a mi reloj y me di cuenta de que sólo habían pasado 3 minutos.
Intenté buscar formas de pasar el tiempo, y decidí intentar prestar atención, pero con solo escuchar unas palabras provenientes del ser humano que todos nosotros teníamos enfrente, me di cuenta de que seguía divagando, y que finalmente se decidió a decir, que toda su clase de una hora, había servido para decir que la mesa, estaba formada por átomos. Dicho esto experimenté la típica sensación de desesperación que suelo sentir en las clases de física.
Volví a mi posición inicial. Cerré los ojos, lentamente me dejé llevar por el ritmo de mi respiración. Mi mente volaba entre todas las cosas que tenía guardadas en ella, cuando de repente, finalmente y sin previo aviso. El timbre. El sonido de alivio de la mitad de la clase. Me levanté. El sonido de cientos de chicos saliendo al mismo tiempo de sus aulas, el barullo incrementando. La gente saliendo al sol. Los chicos corriendo para llegar al buffet o a la librería antes de que se llene de gente.
Finalmente había empezado el recreo, y yo finalmente, descansaba aliviada.

jueves

tareas del día:

Son las 3:10 a.m. y todavía no estoy durmiendo. Me encuentro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, barrio de constitución y eh aquí, como siempre, mi querido insomnio. Por eso, mientras bebo un café con leche, me decidí a hacer una lista de cosas que planeo hacer mañana:
  1. Cobrar mi sueldo de hija.
  2. Ir a la bicicletería con la bicicleta oxidada de mamá y utilizar la frase '¿cuanto por ella?'
  3. Empezar a pagar mi futura bicicleta.
  4. Haberme leído ya todo el manual de mi cámara (o gran parte).
  5. Dirigirme hacia una feria americana de parque chas.
  6. No salir de ahí sin adquirir algo.
  7. Encontrar mis anteojos de sol.
  8. Almorzar con la señorita Eva Dawidowicz.
  9. Ir al colegio.
  10. Ir a la 'peña norteña' de los chicos de proyecto social.
  11. Escuchar música que me inspire a tener un lindo día.
  12. Obligar a mi padre a que me firme la reincorporación, me haga una copia de la llave de su casa, me despeje el cuarto de sevicio, etc, etc, etc.
  13. Empezar a tener más ganas de hacer textos un poquito más productivos en este pequeño espacio.
  14. Y más cosas que ahora no recuerdo...
Algunas de las probabilidades más acertadas dicen que:
A) Debido a la paja la mitad de estas acciones no sean realizadas, por lo cual solo serían realizadas las número: 1, 9, 10 y 12 (con suerte logramos la reincorporación)
B) Ya que no dormí nada, el sueño me gane.

Peeeeero, esta última no es lo suficientemente amenazadora como para mandarme a dormir.
Los dejo con un saludo para irme a ver alguna película o programa por la computadora.
Como solía decir: Lucy is out.

End of the week.

Últimamente me siento adicta a los fines de semana.
Ya sé todo el mundo lo es, pero vieron la sensación de venir del domingo y pensar 'mierda es lunes!' Como que dos días no me alcanzan, me siento insaciable.
Más por que a veces los fines de semana vienen con ideas a lo grande. Como por ejemplo el que viene, que tiene el cumpleaños de Bernardo con fiesta incluida [!] O mejor, el del 21 que se viene con Ianel, la porteña cordobesa que viene a visitarnos y a deleitarnos con sus risas y sus locuras [!] Se extraña demasiado a una persona con tanta presencia.
Tenerla en facebook no alcanza tanto como creen la querida gente que hace su vida a partir de él.
Any way, la cosa es que, tengo ganas de que esos fines de semanas vengan ya.
También me pasa que tengo muchas ganas de un fin de semana y ese mismo no hago nada y me quiero matar por que siento que lo desperdicio.
No saben lo que me pasó...
Abstenerse gente violenta. Pero no encuentro mis entradas para el personal fest.
Estoy a punto de entrar en colapso.
Creo que voy a morir.
Si no voy a ese festival, muero.
Tenía las entradas para los dos días DIOS!.
Okey, merezco la muerte me parece.
Las voy a buscar.
Orbuá, deséenme suerte.

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