Hoy en las dos horas libres que tuve en el día (de tres) me di cuenta que mi lugar lo encontré con mis amigos, los fisuras.
Mientras sonaba onda vaga, los chicos hablaban, Dalu dibujaba y Magui cebaba mates, me detuve a vernos un poco. Eramos una ronda de gente, un grupo de amigos, compartiendo 3 horas sin hacer nada, divirtiéndonos y compartiendo, desde mates hasta risas.
Me di cuenta de que lo que temí que sea solo un amor de verano se convirtió en algo serio, por hacer alguna que otra analogía.
Me di cuenta que no sólo somos amigos de parranda, sino que somos amigos, simplemente amigos.
Después de pasar todo el día juntos, salimos del colegio y seguimos juntos hasta las 9 de la noche.
Son de esa gente con la que no me canso de estar.
Cada uno de nosotros es una fiesta diferente.
Siempre quise tener un grupo mixto de amigos.
Hoy los fisuras somos 12.
Los quiero un montón, somos lo mejor que hay sobre la faz de la tierra verde.
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